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Nuestro video prohibido: la difícil tarea de reírnos del sexo

La historia comienza con Annie relatando en su blog como ha sido su relación con Jay. Al principio, todo era sexo sin parar… pero con el matrimonio y los hijos este ritmo disminuyó

Por Luis Bond

La comedia siempre se ha definido por burlarse de las convenciones sociales y todos los temas que nos son extraños. Entre esos, por supuesto, se encuentra el sexo. No es casualidad que muchos de los sketches de los programas humorísticos o los stand-up comedy tengan como eje central las relaciones humanas y los rituales que anteceden a la consumación del acto sexual. A pesar de esto, siempre hablar de sexo será complicado por caminar en esa difícil encrucijada donde coexisten lo sutil con lo vulgar. Son pocos los valientes que se atreven a explorar ese punto neurálgico de la comedia y, a pesar de sus desiguales resultados, siempre aparecen cosas interesantes. En este renglón podemos colocar Nuestro video prohibido (Sex Tape), una comedia acerca del sexo, con pequeñas dosis de erotismo e incorrección política que durante su desigual desarrollo logra crear momentos épicos y que solo por eso vale la pena ver.

La historia comienza con Annie (Cameron Díaz) relatando en su blog como ha sido su relación con Jay (Jason Segel). Al principio, al igual que cualquier noviazgo, todo era sexo sin parar… pero con el matrimonio y los hijos este ritmo disminuyó hasta casi volverse inexistente. Víctimas de la rutina y sus pequeños, un día Annie y Jay deciden aprovechar que están solos y celebrar a lo grande. De esta manera, para reavivar la llamada, hacen algo atrevido: grabarse teniendo sexo con su nuevo Ipad. Así, después de muchas copas y una noche loca, la pareja cumple su fantasía y al final deciden borrar el video. Lo que Annie y Jay no podrían imaginarse es que su travesura se subiría a la nube del dispositivo, sincronizándose con sus Ipads viejos que están en manos de amigos y familiares. De esta manera, comienza una travesía por recuperar las tabletas que regalaron para eliminar los vídeos y salvar su reputación.

Tal como lo vende su trailer, Nuestro video prohibido, es la típica comedia de equivocaciones, situaciones hilarantes que se salen de control, aderezada con algo de comedia física y un toque picante de erotismo. El principal acierto del film es la química entre Jason Segel y Cameron Díaz (dupla que habíamos visto en Malas enseñanzas, la película anterior del director Jake Kasdan) y que saben como mantener a flote toda la película. Probablemente, su principal problema se deba a los personajes secundarios (Ellie Kemper y Rob Corddry) que, a pesar de estar caracterizados por muy buenos actores de comedia, resultan planos y aburridos al lado de los protagonistas. El único que se salva es Rob Lowe, que se lleva la mejor escena de la película, pero que se pierde después de ella. Recordemos que una de las mejores cosas de las comedias siempre son los personajes secundarios, ellos son el alma de las mismas (para muestra están las decenas de películas de Ben Stiller o Adam Sandler: muchas veces, sus personajes secundarios terminan robándose el show más que los protagonistas). Por último, la resolución de la historia es un poco floja -sobre todo, después de todo lo enrevesada que fue la travesía de los protagonistas-, lo que hace que salgas de la sala con una leve sonrisa y no con dolor de mandíbulas de tanto reírte. A pesar de esto, la película funciona y por los momentos épicos que tiene vale la pena darle el chance. Es la típica comedia para ver un domingo echado en la cama, reírte sin pensar mucho y, en el mejor de los casos, reflexionar acerca de tu vida en pareja y… ¿por qué no?, avivar la llama.

Lo bueno: Cameron Díaz, a pesar de la edad, todavía se ve sexy. Toda la secuencia dentro de la casa de Rob Lowe. La aparición de Jack Black es épica. Los momentos políticamente hablando incorrectos y su humor raro.

Lo malo: Por momentos parece una cuña pagada por Apple, distrayendo y sin aportar nada a la historia. Tiene varias escenas muertas donde no te ríes y que bajan por completo el ritmo de la película. Su resolución es un poco floja.

Veredicto: Nuestro video prohibido no será la mejor comedia del año, pero funciona. La historia avanza con un ritmo irregular entre momentos épicos y otros aburridos, pero el saldo que arroja al final es bueno, Cameron Díaz sigue sexy y demostrando que la comedia es lo suyo. Le doy 3/5.

 

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