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Carl Cox, uno de los Djs más importantes de la escena techno a nivel mundial, visitó Caracas el pasado 30 de octubre en el marco de su ‘American Tour 2003’, invitado por Hábitat de Lucky Strike.
La locación escogida fue el Parthenon: estructura monumental a medio construir (con ganas de suntuoso restaurante o casino) ubicado en la Av. Casanova de Sabana Grande entre el C.C. El Recreo y el Hotel Gran Meliá Caracas.
A partir de las 9:00 de la noche una larga cola de automóviles se extendía por la Av. Casanova hasta llegar a las puertas del Gran Meliá. Sólo el conductor podía acceder al estacionamiento, los acompañantes esperaban afuera.
El acceso a la locación fue rápido y sencillo (tal vez por la hora). Constaba de tres entradas que dependían de la naturaleza de tu ticket: ‘invitados especiales’, ‘público general’ y ‘prensa’.
El primer piso de este Parthenon carecía de decoración y buena iluminación. Un discplay dispuesto entre dos escaleras y tapado con una tela negra dejaba sonar a Djs de break beat, dos pequeñas tarimas en las esquinas para disfrutar de unos B- Boys y al fondo, una amplia pared blanca y algunas temperas para que todos los asistentes a la fiesta dejaran en libertad el artista que llevaban dentro. Cabe destacar que la música, el baile y la pintura terminaron antes de las 11:00 p.m. dejando a este ambiente sin ninguna razón de ser.
El segundo piso estaba dividido en dos ambientes. Una sala llena de puffs que dificultaba la circulación de la gente (especialmente a las horas pico) y el gran mainfloor donde se encontraban ubicadas las barras (una en cada esquina del recinto), el discplay, un excelente juego de luces y unos ventiladores industriales para apaciguar el futuro calor que se avecinaba. Lamentablemente el lugar era demasiado grande y carecía de ventanas, lo que hacía que la música se distorsionara.
De 9 a 10 de la noche fue el turno de Dj Castor. Integrante del Simple crew. Un set cargado de hip-hop, dancehall y reggaeton.
De 10 a 11 de la noche se montó Dj Ale-x también del Simple crew. Drum n Bass. Muy buena respuesta por parte de los asistentes, especialmente con los tracks de influencia brasilera.
De 11 a 12 de la noche, Dj Kahlo. Deep house. Eso es lo que buscan los asistentes del Hábitat: música accesible y fácil de bailar.
De 12 a 1 de la noche, Dj Ivanovich. Distintas variantes del house, algo de techno para calentar los motores. Según dicen por ahí, el peor Dj de la noche.
De 12 a 4 de la mañana el Sr. Carl Cox. Techno. Cargado de remixes y tracks comerciales, Cox le dió al Habitat apariencia de disco europea: más de 2.500 personas bailando al ritmo de uno de los mejores Djs del mundo.
Las críticas a esta fiesta van directamente relacionadas con el tipo de locación y el número de personas que invitan.
Ya después de las 12 de la medianoche subir al segundo piso era algo más que una odisea, el volumen de gente sobrepasaba la capacidad del sitio convirtiendo la experiencia de ver pinchar a Carl Cox en un baño de calor y empujones.
El primer piso que debieron destinar al chill out, se convirtió -ante la ausencia de música o muebles- en la sala de espera de la enorme cantidad de personas que aspiraban, al menos, escuchar un solo beat emanado de los discos de Cox o de aquellos que buscaban librarse del terrible calor.
Si las aspiraciones de Lucky Strike son traer a Djs de la talla de Cox y dejarse de esnobismos y exclusividad permitiendo el acceso al público general, deberían considerar buscar locaciones grandes de un solo piso o hacer sus fiestas al aire libre.
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