Come what (ever) may – Stone Sour

Por Israel Calzadilla

Superando cualquier contratiempo aparece el segundo disco de Stone Sour, la banda liderizada por la rugiente y enmascarada voz de Corey Taylor y el guitarrista Jim Root, ambos miembros activos de Slipknot.

Por lo general, son pocos los proyectos paralelos que llegan a un buen segundo disco. En este caso, Stone Sour está determinado a probar su evolución y relevancia. Grabado en el estudio de Dave Grohl (ex-Nirvana, Foo Fighters) y producido por Nick Raskulinecz (Foo Fighters), el álbum Come what (ever) may es infinitamente más versátil y accesible que su antecesor.

Buscando ampliar sus horizontes y romper con cualquier preconcepción, la banda se tomo mucho más tiempo para trabajar la composición y producción de los temas. Rami Jaffee (The Wallflowers) y el batería Shannon Larkin (Godsmack) están presentes en este disco añadiendo su pizca de talento. Además, la banda se hizo de los servicios del excelente Roy Mayorga (Soulfly) como nuevo baterista.

“La intensidad. El drama. La emoción. Los colores. La oscuridad. Las melodías. La rabia. La honestidad. Lo nuevo. Todo eso y mucho más” es, en palabras del propio Corey, lo que define el apasionado segundo álbum de Stone Sour. Come what (ever) may es una experiencia para los sentidos, que abarca un amplio espectro de emociones.

A Favor: “30/30-150” y “Reborn” son conductores de rabia que removerán con intensidad la sangre por las venas de los oyentes, mientras el primer single “Through glass” se recreará en tu cerebro varias veces al día, gracias a sus giros melódicos y a su pegadizo estribillo. El tema homónimo y “Silly world” prueban el crecimiento y la ambición de la banda. La balada “Zzyxz” cierra magistralmente esta nueva entrega de los chicos de Iowa, en la que Corey prueba su alta calidad vocal, superando cualquier rango mostrado en Slipknot.

En Contra: Los fans radicales de Slipknot no encontrarán sintonía con este álbum. Sin embargo, eso no le resta calidad a esta producción. Un poco flojas y descoloridas “Socio” y “Cardiff”.

Veredicto: Un compromiso con la evolución, un sonido más complejo y maduro, Come what (ever) may supera cualquier expectativa. Stone Sour deja a un lado la imagen de la banda proyecto para hacerse un nombre y sonido propio en el mundo del rock. Nada innovador, pero extremadamente bien hecho.

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