(Crítica) "Plan de escape": un flashback a la época dorada de la acción

Por Luis Bond

Tengo la dicha de pertenecer a la generación que se crió viendo a los héroes de acción de los 80s y 90s en todo su esplendor. Los domingos, desde la tarde hasta la noche, la televisión nos enseñaba a Jean-Claude Van Damme dando patadas, a Steven Seagal rompiendo codos y narices, Harrison Ford siendo el presidente de Estados Unidos, Bruce Willis con vidrios por todo el cuerpo luchando contra terroristas, Jackie Chan dándose tortazos, Sylvester Stallone como camionero compitiendo en pulso y a Arnold Schwarzenegger como detective encubierto… por sólo nombrar algunas de las excusas para verlos romperle la madre a todos a diestra y siniestra. Era una época hermosa que moldeó mi percepción del cine de acción hasta el día de hoy. Aunque en la actualidad sigue siendo uno de los géneros más rentables del cine, son pocas las películas que retienen su esencia. La acción de hoy en día a dejado a un lado la sangre, los golpes y el sudor para darle paso a coreografías exageradas, persecuciones que nadie se cree y efectos especiales por doquier. Plan de escape es un regreso a esa época dorada que tanto añoramos, un tiempo donde las historias eran más sencillas, pero mejor contadas, donde los tipos eran rudos de verdad y donde las explosiones tenían un verdadero significado más allá del “valor de producción”.

La historia nos cuenta la vida de Ray Breslin (Sylvester Stallone), un tipo capaz de escaparse de cualquier prisión construida por el hombre y que lleva una suerte de agencia de consultoría para demostrar las fallas de seguridad que tienen los recintos penitenciarios. Su método le ha válido su reputación: entra encubierto a la prisión, la estudia, consigue sus fallos y sale victorioso. Un buen día es contactado por la CIA para infiltrarse en una prisión experimental de la que es aparentemente imposible escapar, construida siguiendo todos los lineamientos que él ha plasmado en su libro de procedimientos penitenciarios. Sin estar muy convencido y a modo de reto personal, Breslin acepta el desafió y es trasladado a la prisión. Las cosas se complican cuando descubre que fue engañado, sus comunicaciones con su equipo fueron cortadas y es llevado a un lugar cuyo paradero desconoce. Así, en un instante, Breslin termina en una prisión de máxima seguridad, rodeado de los peores criminales del planeta, con guardias brutales y demás complejidades para cualquier escape. Allí se hará amigo de Emil Rottmayer (Arnold Schwarzenegger), un recluso que lo ayudará a familiarizarse con la cárcel y junto con el que planificará su salida de prisión.

Plan de escape tiene todos los elementos que la hacen una excelente película de acción. La dupla de Stallone y Schwarzenegger la eleva por encima de cualquier blockbustercontemporáneo: ambos demuestran que a pesar de su edad siguen metiendo miedo y todavía se mantienen como héroes de acción. Jim Caviezel en su papel antagónico se luce, sin mayores aspavientos y apariciones contadas, se gana nuestro desprecio rápidamente. Toda la estructura y la dinámica de la prisión está muy bien planteada, literalmente parece imposible salir de ella. La dirección y el montaje no son efectistas: cuentan la historia de la mejor forma posible, sin detenerse en preciosismos técnicos, cosa que hace la narración bastante fluida. En resumen, Plan de escape es una excelente apuesta para comenzar el 2013 con buen pie en la cartelera y recordar con nostalgia los años dorados de la acción.

Lo mejor: la química entre Sylvester Stallone y Arnold Swarzneger, son dos amigos pasándola bien. Las escenas de acción pura y dura. Todo el escape está muy bien trabajado. La vuelta de tuerca del final. Sentir que es domingo y estás viendo una película de Cine Millonario.

Lo malo: a veces es muy explicativa (aunque lo amerita para que la historia se sostenga). Tal vez, muchos sentirán que faltaron más golpes, sangre, tiros y explosiones. Si no te criaste con el cine de acción de los 90 y 80, tal vez te parezca una película cualquiera.

Veredicto: Plan de escape, entra al top contemporáneo de las películas de acción buenas de nuestros abuelos. Tiene acción, comedia, testosterona, golpes, disparos, redención y todo lo que debe tener un buen clásico del género. Un flashbacka la era dorada de la acción. Le doy 4/5.

Oidossucios

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