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Por Ivar Muñoz-Rojas www.rollingstone.es
Indomable a la par que tremendamente vulnerable. De voz penetrante y desgarradora pero de personalidad poco estable e insegura. Ha muerto la chica que puso de moda el soul este milenio (¿cuánto le debe la ahora triunfante Adele?). También una de las figuras de la música actual con más turbulencias ligadas a su nombre. Éste es un repaso a la vida de Amy Winehouse, fallecida el pasado 23 de julio por la tarde en su casa en Londres (Inglaterra), por causas aún sin determinar. En él hay ventas millonarias, canciones emblemáticas, novios violentos, actuaciones brillantes y catastróficas, muchas drogas y un tercer disco que nunca llegó. Y todo esoen tan sólo 27 años.
– El día que Amy descubrió los escenarios
Esta hija de un taxista y una farmacéutica se pasó la infancia escuchando jazz en su hogar, en el norte de Londres (Inglaterra). Pero igual de importante para formar su particular estilo de cantar (con tanta técnica como espontaneidad) fue descubrir el rap femenino de finales de los 80 y principios de los 90 (TLC, Salt-n-Pepa…). Con sólo diez años formó su primera banda: las raperas Sweet n Sour. Amy no tardó mucho en saber que los escenarios eran lo suyo. En este vídeo la podemos ver en el programa de televisión británico The Fast Show, actuando con 14 años en una obra:
– El gran secreto de la industria musical
Fue un novio de Winehouse, el cantante Tyler James (que tuvo un par de éxitos medianos en Inglaterra en la mitad de la década pasada), quien dio el paso clave. Él fue quien envió una maqueta de Amy, curtida en una conocida academia de artes escénicas, a un cazatalentos de la industria musical inglesa. Se corrió la voz de sus cualidades y así arrancó un pulso entre varias grandes discográficas por hacerse con esta joven. La baza de la deseada vocalista: desprendía una autenticidad que se echaba en falta entre los programas tipoOperación triunfo que tanto arrasaban cuando arrancó este milenio.
– La chica rara de la clase
Poco tiene que ver el aspecto de Amy Winehouse cuando publicó su primer disco, Frank (de 2003), con la estampa icónica con la que pasa ahora a las necrológicas del rock. Sin moños enormes ni ojeras ni piernas esqueléticas: estaba más cerca de la rarita de clase que de la estrella del pop morbosa y destructiva que acabó siendo. Su música también era más comedida: en las canciones de Frank prima el jazz moderno. “Soy dueña de ese álbum en un ochenta por ciento”, dijo Winehouse, sobre este trabajo. Así suena uno de los temas más célebres de este álbum, You sent me flying:
– Aquel viaje al pasado
Casi como en Regreso al futuro. Igual que el prota de este clásico del cine adolescente, Amy encontró la respuesta para su devenir viajando al pasado, hasta los 50 y 60. Allí encontró y se dejó seducir por los grupos de chicas del soul que se hicieron grandes en estas décadas (The Crystals, The Ronettes…). “He dado con un gran momento de inspiración”, reveló mientras daba forma a su segundo disco, Back to black (de 2006). Seguro que entonces no faltó este Maybe, de las Chantels, en su iPod (que por entonces comenzaban a venderse como churros, por cierto):
– Del altar al acoso
Fue en cuestión de meses. Al publicar Back to black, Amy Winehouse se convirtió en estrella con este segundo álbum cargado de soul. Escaló a lo más alto de las listas de medio mundo. Pero a la vez sus amores empezaron a hacer ruido. En mayo de 2007 se casó con Blake Fielder-Civil, personaje bufonesco de la farándula musical. A las pocas semanas, una tremenda bronca de este matrimonio en plena calle llegó a los tabloides. Y en noviembre de aquel año, Blake fue declarado culpable de haber atacado al dueño de un bar y después haber intentado comprar su silencio por 280.000 euros. Más de un paparazzi empezó entonces a ganarse el pan con Amy.
– Cuando arrasó en los premios Grammy
Winehouse consiguió algo que no muchos británicos han logrado: conquistar el mercado de EE UU con un disco empapado de raíces norteamericanas. En la edición de 2008 de los premios Grammy, los más conocidos en el negocio de la música, se hizo con cinco galardones. Sin embargo, no pudo acudir a la gala en Los Ángeles (EE UU), debido a que no le concedieron el visado requerido por problemas legales, derivados de su creciente consumo de drogas. Interpretó vía satélite su clásico Rehab:
– El vídeo grotesco y patético junto a Pete Doherty
Tan célebre como aquel vídeo en el que Winehouse sale fumando crack con la cara al descubierto y demacrada. La secuencia de Amy Winehouse y Pete Doherty, su alter ego masculino, jugando con unos ratones diminutos, completamente drogados, se ha convertido en uno de los momentos del rock más escabrosos en internet. Posiblemente
dos seres humanos no puedan mostrarse más degradados que aquí:
– Winehouse, alimentando su personaje
Amy llegó con el tiempo pegado para su actuación en el festival Rock in Rio 2008, celebrado en Madrid. Aunque las prisas no impidieron que dedicara su tiempo a sus fans más jóvenes. Sus gorilas trataron de crear un muro infranqueable para llegar hasta ella, hasta para unos niños que querían pedirle un autógrafo. Pero la vocalista pasó de las medidas protectoras y estuvo muy atenta con estos pequeños, cuenta un trabajador en este festival que vio tal escena entre bambalinas. ¿Cuánto hay de verdad y de ficción tras la fachada que se crea alrededor de una estrella? Difícil saber. Porque no faltan testigos que aseguran que en aquella época lo de salir tan ida a los escenarios era más por una pose que por un exceso químico.
– El disco que no llegó
Sólo publicó dos álbumes en su vida. Y el tercero se ha anunciado durante los últimos meses como uno de los platos fuertes para la próxima temporada. Terminará siendo un trabajo póstumo con grandes beneficios: la muerte vende y más si, como sucede en el caso de este disco en avanzada gestación, han pasado cinco años desde su predecesor, Back to black. Y porque en una de sus últimas grabaciones (una versión de It´s my party,de Lesley Gore, incluida en un tributo a Quincy Jones), a pesar de sus problemas pulmonares, su voz se mantiene penetrante.
– Un final injusto
Que Amy Winehouse no tenía buena salud quedó claro con su actuación en Belgrado (Serbia), el pasado junio. Salió tambaleante y confusa, casi como si hubiesen obligado a una presa a salir a una jaula de leones. Tuvo que abandonar el escenario antes de lo previsto. Fue el principio y el fin de una gira que iba a haber pasado por aquí, en Bilbao, el pasado 8 de julio. Ahora estas imágenes, con Amy Winehouse tan desorientada, toman un significado muy doloroso: