El guitarrista de los Rolling Stones contó a una revista musical de Gran Bretaña, que luego de la muerte de su padre en 2002, aspiró sus cenizas mezcladas con cocaína. “No pude resistir metérmelo con un poco de coca”, expresó.
“¿Lo más extraño que haya tratado de aspirar? Mi padre. Aspiré a mi padre”, señala la revista británica NME. El músico agregó: “Él fue cremado y no pude resistir metérmelo con un poco de coca. A mi papá no le hubiese importado”
Richards admitió además haber consumido en su vida toda clase de drogas, pero advirtió a los músicos jóvenes que no pretendan imitarlo. Tuvo “mucha suerte” en sobrevivir y se considera “un poco suertudo por estar vivo aún”.
El guitarrista ha figurado durante 10 años en el primer puesto del ranking de “los que probablemente morirán”. “Realmente me decepcioné cuando salí”, añadió.