Por Luis Bond
La historia comienza contando la infancia de Maléfica, el hada más fuerte y tierna del bosque encantado. En su morada, Maléfica vivía lejos del reino de los humanos quienes siempre se caracterizaron por ser malos, codiciosos y egoístas. Un día la joven hada conoce a Stefan, un niño que entró al bosque a robar y que ella termina perdonando. Gracias a este encuentro, ambos entablan una linda y pura amistad, que lentamente se ve debilitada con el pasar del tiempo. Sin entrar en mayores detalles y sin spoilers, el resto del cuento todos lo conocemos: Maléfica lanza una maldición a la hija de Stefan, condenándola a que se pinche un dedo a los 16 años haciendo que se duerma por siempre o hasta que sea despertada por un beso de amor verdadero. Aunque su argumento parece el mismo que el clásico La bella durmiendo, Maléfica es narrada desde la perspectiva de la mala del cuento -cuya crueldad ahora entendemos- y con varios cambios en la historia lo que la transforman en un relato completamente nuevo, a pesar de su referente original.
Maléfica está más llena de aciertos que de errores. Su primer punto a favor es Angelina Jolie que desde que aparece en pantalla nos arroba con su registro actoral (que va desde villana histriónica de Disney, pasando por bruja enternecida, hasta momentos de mala de telenovela). Su segunda fortaleza es el guión, que resulta una mezcla de convenciones clásicas de Disney, pero que son moldeadas para que Maléfica sea muy diferente a La bella durmiente. La clave de este cambio es su guionista Linda Woolverton (la misma encargada de El rey león, La bella y la bestia y la versión original de La bella durmiente) que conjuga a la perfección la formula Disney, trayendo luz a una historia oscura. Por último, parte de su frescura deriva de ser la ópera prima de Robert Stromberg, quien trabajó muchísimo tiempo en el departamento de efectos especiales de varias películas (Piratas del Caribe, Los juegos del hambre, El laberinto del Fauno), lo que explica su conocimiento del cine como espectáculo visual desde el punto de los efectos. Tuve la oportunidad de verla en 4DX y no voy a negar que la experiencia le suma muchísimo a la película, me sentí como un niño en cualquier parque temático. Omitiendo este detalle, Maléfica traduce a la perfección el discurso Disney en su puesta en escena live-action (algo que no veía desde Encantada, pero sin su sentido de autoparodia), regresando a esa época de comedia física, humor light, villanos que dan miedo, peleas épicas entre el bien y el mal, aderezado todo con un happy ending que parece completamente lógico. Todo esto define a Maléfica como un flashback a la infancia.
Lo mejor: la actuación de Angelina Jolie, sobre sus hombros se sostiene toda la película. Las vueltas de tuerca del guión para explicar todo lo que sucede y calzar con la original. Su puesta en escena que recuerda a los clásicos animados de Disney, con su humor y oscuridad respectiva.
Lo malo: todos los personajes secundarios son completamente ornamentales (incluyendo a Aurora, sólo se salvan Stefan y Diaval). Si eres amante del Disney, probablemente la película te parezca un sacrilegio por los cambios radicales realizados a la historia original.
Veredicto: Maléfica triunfa donde muchos otros films se han caído de forma estrepitosa, logra contar una historia de Disney con la magia necesaria y desde una perspectiva completamente nueva. Es fresca y clásica al mismo tiempo. Ojalá otros remakes sigan este camino. Le doy 4/5.