Por Israel Calzadilla
Desde el año pasado se había visto el nombre Alto Pana por algunas emisoras, medios, radios y hasta sms que llegaban extrañamente a los celulares de algunos de nosotros. Los hermanos Gabriel Carabeo (Voz y guitarra), Roberto Carabeo (Batería) y José Raúl Blanco (Bajo) conforman este power trío caraqueño.
Con edades entre los 13 y 16 años esta banda es de esas que debes verla en vivo primero. Hard rock de guitarras setentonas y bases del oldschool funk, estos chamos muestran 11 tracks llenos de ansias amorosas, preocupaciones urbanas y hasta un par de covers.
El disco fue producido por Victor Hugo Mendoza (ex Spias), encargado de guiar las guitarras sórdidas y riffs machacantes que el pequeño de 13 años Gabriel es capaz de disparar desde su instrumento.
A Favor: En tiempos de emo amanerado, rimel intencionalmente mal pintado y la desesperación juvenil vestida de negro, sumado al ya repetitivo nü metal estancado, el vintage musical vuelve a sus raíces. Alto Pana hace su alarde de Blues (Blues de Caracas), guiados por afilantes solos de guitarras que hace rato que no se oyen en eso que llamamos la música contemporánea. Gabriel Carabeo, cantante y compositor de la banda, junto a su guitarra se está convirtiendo en uno de los mejores guitarristas de su generación. Claro podríamos compararlo con
uhm
a ver
¿El Enano?… y parece que el adolescente toca 20 veces mejor.
En 5 años quién sabe lo que hará este pana con la guitarra. De momento impresiona con sus trucos de tocar con la boca, de espaldas y una bien pensada artimaña de feedbacks melodiosos en tarima.
Muy en la tradición de Cream, Muddy Waters, The Jimmy Hendrix Experience, éste último la influencia directa más resaltante, la banda se ha alimentado de otras fuentes tal vez en la onda White Stripe, Zeppelin o The Who. Es esta escuela la que permite que temas como el sencillo promocional “Poder del amor” o el track de su video “Mi ciudad”, aunado a “Rockéame nena” y la clara manifestación de otro de sus guías como Nirvana en el intro de “Dimensión Extraña”, hacen que este disco mantenga eso que el rock ha perdido gracias al snobismo sonoro de estos tiempos. Buen cover del tema “Papaguayo”, original de La Misma Gente, un canción que impulsa por su contenido lírico.
En Contra: El remix de Tráfico pudo haberse hecho más osado, mientras que hacer una versión en español de “I Feel Good” (Estoy bien) de James Brown, son cosas que el rock de nuestro país le pasa factura. “Sal Bailarín” le resta el poderío inicial que asumes durante los primeros 9 tracks de la placa.
Alto Pana le toca lidiar contra un underground que no perdona que un trío en la transición de la pubertad y la adolescencia ya tenga su primer disco. Les toca apretar duro para contrarrestar el snobismo fashion rockero de este “valle de Caracas”. Aún deben liberar el extremismo, la audacia y la desfachatez que a su edad rejuvenecen al rock sin importar sus variantes para al final reinventarse con actitud batallante contra el sistema.
Veredicto: Un power trío que recupera el virtuosismo de su líder, así como la carga densa de las guitarras para dar vida a un hardrock enmarcado en las bases del funk y paradas en el blues tradicional. Este disco es una vuelta al rock de esencia, a las raíces y poderío musical que nos recuerda de donde proviene todo el asunto histórico.
Estos tres chamos tienen la misión de cultivar distorsión, solos de guitarras y esa nueva oleada de bandas revisando los inicios de este sonido. Es una declaración de que una fértil generación traza su camino firme en la movida local.
Apunte: Reseña por: Enrique Poleo
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