Por Daniel Noboa
Tal y como fue anunciada, “This is it” se centra en lo que fueron los últimos días de Michael Jackson montado en el escenario del Staples Center, en Los Angeles, cantando, bailando y
dando órdenes sin parar.
El film comienza con emotivas declaraciones de los bailarines que audicionaron para participar en el show. Todos, escuchaban desde pequeños al Rey del Pop, eran sus seguidores, y bueno
Mucho se habla de que Jackson no estaba preparado para afrontar 40 conciertos, y de hecho, en el documental se ve por un lado que no estaba en condiciones óptimas para asumir esa gran tarea (su delgadez era preocupante), pero que estaba poniendo todas las energías que tenía para lograr lo que seguramente habría sido un espectáculo increíble.
En los ensayos se le ve siempre buscando la perfección, no aceptaba que una canción no sonara perfecta, como en el disco y cualquier cosa que dijera, era ley para los demás. Parecía Chávez, nadie se atrevía a decirle que no a nada.
Cada vez que le reclamaba a sus músicos y bailarines algo, terminaba con la expresión “te digo esto por amor”. Loco.
El concierto tenía de todo, un cuerpo de baile, una banda que tocaba en vivo los temas a la perfección, muchos efectos y luces, y un Michael Jackson que cantaba todo a la perfección, sin haber perdido la voz, y sin doblar (como hizo en el History Tour). Ya no se movía tanto como antes, pero de vez en cuando bailaba como en los viejos tiempos.
Michael Jackson era grande, perfeccionista, maniático y muy, muy, muy profesional.
“This is it” es un documento probatorio de su calidad, y de sus incoherencias.